sábado, 21 de enero de 2012

REPRODUCCIÓN y NACIMIENTO



Período de gestación
La preñez de una yegua tiene una duración de 315/365 días, por lo que normalmente un potro vive adentro del vientre de su madre un promedio de 340 días.  Aunque el período de gestación varía, una yegua puede dar a luz un potro sano a los diez o a los doce meses. Las hembras suelen nacer antes que los machos, pero no siempre.
La yegua rara vez tiene dificultades para parir y generalmente lo hace por la noche cuando no hay nadie a su alrededor.

Cuidado de la futura mamá!
Se debe alimentar a la yegua de acuerdo al ambiente en que se encuentre.  Cuando el pasto es de buena calidad obtendrá todos los elementos necesarios para su dieta durante los primeros cuatro meses.  Si existen limitantes en el consumo, es conveniente dar una alimentación suplementaria  incluyendo en su dieta: fécula, proteínas,  grasas, residuo fibroso, vitaminas y sales minerales.
El desarrollo de los tejidos y músculos del feto depende de las proteínas. Ya que la yegua repone su desgaste muscular, es básico administrar alimentos de alto contenido proteico como avena, maíz, etc. Se recomienda también utilizar el heno de buena calidad y la alfalfa. El residuo fibroso debe constituirse entre la mitad y los dos tercios de la ingesta total, pues estos elementos capacitan al animal para absorber las proteínas y otros componentes del alimento. Son alimentos ricos en residuo, principalmente, el heno, la barcia y el afrecho. Las vitaminas en general resultan necesarias para la formación del embrión. La dieta es complementada con minerales esenciales, como el calcio, el potasio y el hierro.
Es de vital importancia que se saque a la hembra todos los días, después de la ración matinal de alimento, y dejarla pastar, y hacer ejercicio durante la jornada. El aire fresco y el ejercicio son de importancia vital, pues ayudan a evitar el exceso de grasa y facilitan el tránsito de oxígeno a través del torrente circulatorio hasta la placenta. La actividad evita además que se desarrolle una constitución perezosa y que se produzca retención de agua. Tras los paseos, debe volver al establo al finalizar la tarde, para tomar su ración nocturna junto con la de heno.
Lo más recomendable es que el animal efectué hasta dos horas diarias de ejercicio, caminando. Se recomienda que esto sea en dos sesiones. La caballeriza debe estar en perfectas condiciones, debe estar limpia y fresca y contar con un suministro de agua limpia. Cuando se va a mantener la yegua dentro de la cuadra durante el parto, el lugar debe estar libre de corrientes de aire, tener una buena iluminación eléctrica, sin salientes peligrosas,
La yegua necesita un cepillado semanal, para retirar el barro desecado y los pelos enmarañados y mantener los poros libres de obstrucción. Los cascos al igual que todos los caballos deben arreglarse regularmente, y hay que eliminar los gusanos intestinales a intervalos de tres meses, si la yegua se encuentra en un pastizal amplio y limpio o con vacas, cada seis semanas, si se encuentra en un pasto de extensión restringida con otros caballos. Normalmente no es necesario ponerles manta, a menos que la piel sea especialmente fina y sensible al frío; en cuyo caso, se encontrará en mejores condiciones si se le coloca una manta o cobertor de yute por la noche y una manta de lana por el día, durante los meses fríos.
El parto
Cuando la yegua comienza a pasear por la caballeriza, o por el lugar habitual donde se encuentra, agita la cola mostrando molestias en intervalos regulares y se mira constantemente los costados... es un indicio de que se presentan las primeras contracciones de la matriz, las que continuarán hasta que se produzcan con intervalos de pocos minutos. La yegua demuestra incomodidad, se acuesta y se levanta varias veces a medida que las contracciones se van haciendo más fuertes y más dolorosas; en ocasiones suda.
La duración de la primera etapa va de una a ocho horas. (En ocasiones estos síntomas son transitorios y la yegua vuelve a la normalidad sin que se produzca el parto hasta dos o tres días después.)
En el momento de parto, se rompe la bolsa del agua y aparecen los miembros anteriores, seguidos de la cabeza. Cuando la espalda ha salido de la madre, se puede limpiar la mucosidad de las narices del potrillo para ayudarle a respirar. A veces, aparecen primero los miembros posteriores del potrillo lo que no constituye un problema especial
La yegua puede permanecer acostada por un período de hasta media hora, recuperando fuerzas. Probablemente, dará unos suaves relinchos de placer cuando se dé cuenta de que ha tenido un potro, y en poco tiempo se levantará y comenzará a lamerlo y hacerle mimos.
El potro suele intentar levantarse después de aproximadamente media hora y por lo general cae al suelo una y otra vez de forma bastante alarmante. Si no consigue permanecer de pie durante el tiempo suficiente para mamar, tras media hora de intentos, se le debe ayudar un poco, guiándole hacia la ubre de la yegua. Sin embargo, todo intento forzado hará que se resientan la madre y el hijo, por lo que, en la medida de lo posible, debe dejarse que éste siga sus intentos. Es importante que el potro ingiera el calostro (la primera leche de la yegua) en las primeras dos horas tras el nacimiento.


Cuidados pos parto
Después del nacimiento natural y su correspondiente período de descanso, es importante la visita del veterinario, para que evalué a la yegua y al potro durante sus horas de trabajo habituales. Se deben lavar las patas traseras externas de la yegua con agua jabonosa templada, para eliminar manchas de mucosidad y líquidos desecados. El veterinario explorará al potro para comprobar si existen o no defectos congénitos. A partir de ese momento se le pondrán sistemáticamente inyecciones para prevenir el mal articular y el tétanos.

Cuidados del potro
Una vez nacido el potro, el siguiente paso es asegurar que la leche materna sea de buena calidad y prevenir los defectos de crecimiento que pudieran surgir como consecuencia de una dieta incorrecta o con carencias en elementos esenciales que comprometan la calidad de la lactancia.
El potro debe ser capaz de levantarse a las 2 horas y de mamar a las 3-4 horas. Los potros maman unas 5 veces por hora. La debilidad o incapacidad para levantarse indican alguna patología. Los potros únicamente reciben inmunidad a través del calostro, de ahí la importancia de vacunar a la madre de influenza y tétanos un mes antes del parto. La capacidad de absorción de anticuerpos es nula a partir de las 24 horas de vida. Un potro que no toma calostro en este tiempo se debe considerar de alto riesgo.
El período que va del parto a los 18 meses de vida del potro es la fase más crítica con relación al desarrollo y aumento de peso, altura y desarrollo óseo. Por lo general, el potro desarrolla durante los primeros 18 meses de vida más del 90 % de su altura y más de 2/3 de su peso maduro. El grado de desarrollo y velocidad de crecimiento del potro están influenciados por el conjunto de los siguientes factores: potencial genético de crecimiento, cantidad de nutrientes consumidos y equilibrio de los nutrientes consumidos.
La alimentación del potro durante los primeros dos años de su vida debe ser controlada; no se debe alimentar a libre acceso. La alimentación del potro se inicia con la leche materna. Si la yegua se encuentra consumiendo dietas desequilibradas, poco alimento, en mala o pobre condición corporal esto afectará directamente al potro al parto y durante los primeros días de vida. Los problemas más comunes son: debilidad, bajas defensas naturales, sistema inmunológico débil, anormalidades esqueléticas Una mala alimentación del potro le afectará en su desarrollo futuro pues no contará con las reservas corporales necesarias para sustentar su crecimiento durante períodos críticos. La leche de la yegua, a los 2 o 3 meses de vida, se vuelve insuficiente para sustentar el crecimiento del potro; sobretodo por su deficiencia en cobre y hierro. Si la yegua fue bien alimentada durante la gestación, ella le habrá proporcionado al feto suficientes nutrientes para que éste los almacene y los utilice cuando la leche de la yegua se encuentre escasa o de baja calidad.
El potro puede aumentar hasta 1,5 Kg ( curvas de crecimiento muy rápido) por día de peso durante el primer mes de vida, lo cual les hará duplicar su peso durante el primer mes de vida. Posteriormente, del primer mes al tercer mes y medio volverá a duplicar su peso. Se espera que a los 18 meses de vida el potro pese un 85% de su peso adulto. La única forma de lograr estos objetivos es con la alimentación controlada para el potro. A los 6 meses de vida el potro podrá estar consumiendo el 2-3 % de su peso vivo en alimento diario. Se espera que el potro esté consumiendo de 2.5 a 3 Kg de alimento concentrado al momento del destete, en función de la ración, que deberá ser equilibrada en energía,  fibra, proteína (sobre todo primordial en aminoácidos esenciales como la lisina). La ración deberá ser fortificada con vitaminas y minerales sobre todo a nivel del cobre para la prevención de procesos osteo-articulares



El destete
El destete es la separación de la cría de su madre para evitar que siga mamando y permitir  que el potro pase definitivamente a un sistema de alimentación distinto.
El destete es muy diferente cuando se realiza en la naturaleza a cuando ocurre por intervención del hombre, que normalmente adelanta el acontecimiento. En el caso de las yeguas en estado semisalvaje suele ocurrir a los 9 o 10 meses y se han dado casos en los que supera incluso el año.
El destete es uno de los momentos más críticos en la vida de un potro, afectándole desde el punto de vista físico y psíquico. En los casos de destetes bruscos se producen casos de auténticos traumas. Al principio es normal que se produzca una pérdida de peso, sobre todo si el destete se ha realizado bruscamente, pero dicha pérdida se puede compensar en breve período de tiempo sobradamente si se actúa de una forma correcta.
La edad normal como referencia para realizar el destete suele ser la de 6-7 meses. Sin embargo las variaciones que se pueden dar respecto a esa edad pueden venir por distintas razones o causas. Así tenemos que si la producción de leche de la yegua es escasa y la demanda del potro o su potencialidad de crecimiento es grande podría ser conveniente adelantar el momento del destete, aunque también exista la posibilidad de suplementar al potro para cubrir sus necesidades.
La posibilidad de realizar un destete temprano viene limitada por la capacidad del potrillo para poder comer alimentos sólidos y poder masticarlos, lo que a su vez viene dado por la evolución de su dentadura. Si es necesario que el destete sea muy temprano por situaciones inherentes a la madre, o incluso que ésta haya podido morir, hay que recurrir a la alimentación láctea durante algún tiempo hasta poder iniciar el suministro de alimentos balanceados al efecto.
No hay que subestimar el estrés que pasa el potro durante el destete. Esto puede causar todo tipo de complicaciones, así que hay que asegurar que el destete se hace con la máxima precaución para prevenir problemas. Diversos estudios han demostrado que un destete gradual es mejor que un destete abrupto y causa menos estrés.

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